Los hombres caminan a ciegas,
pues el sol quema sin piedad
los ojos que alcanzaron a entender
cuando ya era tarde.
Abrasó implacablemente La Tierra
y un aciago día
se cumplieron los pronósticos
que se negaron a aceptar
los que se reunían en Conferencias
para ponerle plazos a la tragedia.
El aire se volvió sucio,
los hielos se derritieron,
los cultivos sucumbieron a la sed,
y la cáscaras vacías de los edificios
hablan de ciudades desalojadas
y del fin de una civilización
abonada a un desastre anunciado.
Pero hoy ese futuro está lejos
y el corto plazo es lo que importa,
ahora interesa guardar
las predicciones bajo la cama,
para seguir desprestigiando
con una sonrisa de suficiencia
a los que hablan de ecología
acusándoles de ser
una rémora para el sistema.
pues el sol quema sin piedad
los ojos que alcanzaron a entender
cuando ya era tarde.
Abrasó implacablemente La Tierra
y un aciago día
se cumplieron los pronósticos
que se negaron a aceptar
los que se reunían en Conferencias
para ponerle plazos a la tragedia.
El aire se volvió sucio,
los hielos se derritieron,
los cultivos sucumbieron a la sed,
y la cáscaras vacías de los edificios
hablan de ciudades desalojadas
y del fin de una civilización
abonada a un desastre anunciado.
Pero hoy ese futuro está lejos
y el corto plazo es lo que importa,
ahora interesa guardar
las predicciones bajo la cama,
para seguir desprestigiando
con una sonrisa de suficiencia
a los que hablan de ecología
acusándoles de ser
una rémora para el sistema.
1 comentario:
Claro que es una rémora que no les deja prosperar sus negocios, ojalá que todos esos desastres no se cumplan, ojalá que el ser humano reaccione por fin, lo que es una verdadera lástima es que la gente de la calle como tu y como yo pongamos nuestros granitos de arena y los grandes, los que tienen el poder, no hagan nada, un besote
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