Dicen que la distancia es el olvido,
pero no es del todo cierto.
Olvido es también la pareja
ocupando imperturbable
su pertinente lugar en la cama,
desayunando juntos cada día
su respectiva indiferencia,
restándole horas al ocio
sentados frente al televisor
sin apenas hacerse compañía.
Olvido es pronunciar un nombre
que antes hacía vibrar tu corazón,
como si fuese el de cualquiera,
que se eclipsen el ansia de sorprender,
la complicidad y el deseo de estar juntos.
Olvido es perder los sueños del amor,
y dejar que el consumismo
imponga sus razones por encima
de cualquier otra ilusión compartida.
Olvido son siempre los mismos besos,
las caricias letalmente previsibles
y que el sexo haya desertado
de cualquier sensación novedosa.
Olvido son los silencios que pesan,
la impresión de tenerlo todo dicho,
el aburrimiento convertido en estrella
y proyectar las frustraciones en el otro.
El olvido no es cuestión de distancia:
los auténticos asesinos del amor
son nuestra propia indolencia
y el paso inmisericorde del tiempo.
pero no es del todo cierto.
Olvido es también la pareja
ocupando imperturbable
su pertinente lugar en la cama,
desayunando juntos cada día
su respectiva indiferencia,
restándole horas al ocio
sentados frente al televisor
sin apenas hacerse compañía.
Olvido es pronunciar un nombre
que antes hacía vibrar tu corazón,
como si fuese el de cualquiera,
que se eclipsen el ansia de sorprender,
la complicidad y el deseo de estar juntos.
Olvido es perder los sueños del amor,
y dejar que el consumismo
imponga sus razones por encima
de cualquier otra ilusión compartida.
Olvido son siempre los mismos besos,
las caricias letalmente previsibles
y que el sexo haya desertado
de cualquier sensación novedosa.
Olvido son los silencios que pesan,
la impresión de tenerlo todo dicho,
el aburrimiento convertido en estrella
y proyectar las frustraciones en el otro.
El olvido no es cuestión de distancia:
los auténticos asesinos del amor
son nuestra propia indolencia
y el paso inmisericorde del tiempo.
2 comentarios:
Si, no hace falta irse lejos para sentir ese olvido, eso que cuentas también lo llamo yo soledad en compañia, existe como contrapartida la otra sensación, la de que cuanto más distancia hay, más cercano es el recuerdo, lo que viene a demostrar una vez más lo complicados que somos, saluditos
Es verdad todo lo que dices, pero ¿ hasta cuando vamos a estar quejandonos de algo inevitable?..
El vivir dias y meses y años juntos conlleva irremediablemente a este tipo de sensaciones poco gratificantes. Solo unos pocos, por su caracter especial logran pasar por encima de la monotonia. ¿No seria mas sensato contar de antemano con que llegara es dia?Quizas de esa manera tomemos en cuenta otros aspectos de la pareja a la ahora de elegirla para vivir con ella que mas adelante supla esas deficiencias. Normalmente solo medimos y valoramos la intensidad de emociones en los comienzos. Con el tiempo miramos al otro lado de la almohada y nos preguntamos que vimos en esa persona que duerme( o que ronca...que es peor);)
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