domingo, 9 de diciembre de 2007

DECIR SEXO


Sexo es compartir un laberinto de deseos,
explorar juntos las esquinas del placer,
estremecerse en el encuentro de dos pieles
donde las ropas sobran, y tu naturaleza
se me muestra cual es: tersa y suave,
con arrebato de amar y ser amada,
de poseer mientras el sudor te impregna
con ardientes gotas que afloran cristalinas
desbocando sentimientos desatados,
remontando las pendientes del goce
hasta encontrar las delicias más íntimas,
en un lecho colmado de formas ardientes,
de cuerpos sin dueños, libres de tabúes,
sinfonía de caricias hechas suspiros,
en cada movimiento sutil, en cada jadeo,
homenaje espontáneo a las sensaciones
que recorren tu nuca, te gatean por la espalda,
dominan tu boca y te cubren los senos eternos,
abren el grifo de la ansiedad que encuentro
en el vértice ardiente donde tus muslos nacen,
la guarida que me lleva dentro, muy adentro
al profundo, sorprendente, y pasmoso universo
que escondes en los rincones más recónditos,
mágico santuario donde se nutren de luz
y sensualidad animal todas mis percepciones.

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