Como ya estamos a las puertas del atracón navideño, aquí va un chiste ambientado en la festividad en cuestión, que es todo un análisis sociológico de la época en que vivimos:
Un niño está escribiendo la carta a los Reyes Magos:
-“Queridos Reyes: ESTE AÑO ME HE PORTADO MUY BIEN, así que les ruego que me traigan una bicicleta”.
La mete en un sobre y va a ponerla en el Portal de Navidad, pero en esto que se fija que la figura del Niño Jesús lo está mirando con aspecto crítico... Decide romper la carta y vuelve a su casa para escribir otra:
-“Queridos Reyes: CREO QUE ESTE AÑO ME HE PORTADO BIEN, así que les ruego que me traigan una bicicleta”.
Se acerca de nuevo al Portal, pero El Niño sigue con la mirada fija en él... Rompe la carta, y vuelve a escribir otra:
-“Queridos Reyes: AUNQUE NO ME HE PORTADO BIEN ESTE AÑO, prometo hacerlo mejor el que viene, así que les ruego que me traigan una bicicleta”.
Repite la operación, pero la figura sigue con su mirada reprobatoria. Así que rompe la carta, agarra la figura, se la lleva a casa y la esconde en el fondo del armario. Finalmente escribe:
“Queridos Reyes: TENGO EN MI PODER AL NIÑO JESÚS. Si quieren volver a verlo, el día siete de Enero quiero una bicicleta a los pies del Árbol de Navidad de casa.”
Un niño está escribiendo la carta a los Reyes Magos:
-“Queridos Reyes: ESTE AÑO ME HE PORTADO MUY BIEN, así que les ruego que me traigan una bicicleta”.
La mete en un sobre y va a ponerla en el Portal de Navidad, pero en esto que se fija que la figura del Niño Jesús lo está mirando con aspecto crítico... Decide romper la carta y vuelve a su casa para escribir otra:
-“Queridos Reyes: CREO QUE ESTE AÑO ME HE PORTADO BIEN, así que les ruego que me traigan una bicicleta”.
Se acerca de nuevo al Portal, pero El Niño sigue con la mirada fija en él... Rompe la carta, y vuelve a escribir otra:
-“Queridos Reyes: AUNQUE NO ME HE PORTADO BIEN ESTE AÑO, prometo hacerlo mejor el que viene, así que les ruego que me traigan una bicicleta”.
Repite la operación, pero la figura sigue con su mirada reprobatoria. Así que rompe la carta, agarra la figura, se la lleva a casa y la esconde en el fondo del armario. Finalmente escribe:
“Queridos Reyes: TENGO EN MI PODER AL NIÑO JESÚS. Si quieren volver a verlo, el día siete de Enero quiero una bicicleta a los pies del Árbol de Navidad de casa.”
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