miércoles, 31 de octubre de 2007

LLEGA LA SENTENCIA DEL 11 M

Hoy se hace pública la Sentencia. Por fin. El 11 de marzo de 2004 se producía en Madrid el mayor atentado terrorista de la historia europea: Fallecieron 191 personas y más de 1500 quedaron heridas. Las secuelas han sido terribles. Evidentemente, para las propias víctimas y sus familiares, que no podemos llegar ni imaginar por el infierno que han pasado. Para todos ellos llega una mínima reparación: el saber que los caminos de la justicia han funcionado. Se confirmará quiénes planearon, ejecutaron y colaboraron en la ignominia: Estarán presentes en la lectura del fallo del tribunal los 29 acusados y se ha organizado un dispositivo especial para que puedan asistir los afectados que lo deseen. Allí estará la figura de la Presidenta de la Asociación de Víctimas, Pilar Manjón –que ejemplo de extraordinaria dignidad el suyo- y tantos otros de los que hemos ido teniendo referencias durante el transcurrir del juicio.
El dolor no va a desaparecer hoy como por arte de magia. Por desgracia, las sentencias no tienen efectos balsámicos de ese tipo. Es por eso que se hace necesario recordar la necesidad de renovar los esfuerzos para que los que sufren las secuelas de lo ocurrido sepan que nunca estarán solos, que siempre tendrán nuestro cariño y que los llevamos en el corazón. Y para los culpables, que caiga sobre ellos todo el peso de la Ley, y sientan el desprecio permanente de la gente de bien.
Pero también han sufrido daños las instituciones del Estado. No por el atentado en si, sino a causa de la actitud de los que intentaron desde el primer momento contaminar los hechos con peregrinas teorías sobre la autoría de ETA -buscando un beneficio político- y que las sostuvieron durante el transcurrir del juicio apoyados en un entorno mediático que apostó por la mentira más repugnante, sin importar el daño a las víctimas. Ahora, esos mismos que mantuvieron cínicamente esa postura durante estos tres años, y de la que se tienen cientos de declaraciones planteando tales argumentos en medios de comunicación, las propias tribunas de Las Cortes y en el mismo juicio..., Ahora, con una desfachatez que supera todo lo imaginable, se atreven a negarlo. En los últimos días, los principales líderes del Partido Popular han dado una última vuelta de tuerca al cúmulo de mentiras en que se han visto envueltos desde los momentos posteriores al atentado, y osan negar lo que hasta el último habitante de este país sabe que dijeron.
Conviene estar atentos a las reacciones que suscitará la sentencia. Seguro que algunos estarán ahora mismo envidiando a los avestruces. Pero no hay agujeros donde esconder el cinismo y la villanía.

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