jueves, 27 de septiembre de 2007

INVOCACIÓN


Aunque la tentación
de dogmas y doctrinas
nos tiente a cada paso,
ojalá que tenga fuerzas
para seguir convencido
de que la única verdad
reside en la duda.
Que la susceptibilidad
sea el credo que me guíe
para mantenerme a salvo,
libre del terrible pecado
de la certidumbre total.
La fe en lo infalible
ha causado mucho mal
a lo largo de la historia.
Y ya puestos,
nunca los descreídos
causaron daño alguno,
y han sido perseguidos
desde todos los ángulos
y por todas las esquinas.

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