lunes, 7 de abril de 2025

POESÍA: BRINDIS


Brindo por una existencia 

sin angustiosos sueños,

con los deseos justos

y contados,

sin prisa por llegar

a ningún sitio,

sin esperar de nada

demasiado…

Tal vez haya quien diga

que esto no sea vivir.

Pero es mi vida

(o, al menos,

lo que de ella

va quedando).

Y es que a estas alturas

solo busco vivir tranquilo

y cuando llegue el momento, 

poder morir en paz. 

domingo, 6 de abril de 2025

POESÍA: REGULACIONES


Regular la tele:

contraste, brillo, color.

Regular el volumen

de la música 

para no molestar

a los vecinos.

Regular el dial de la radio,

la temperatura del horno.

Regular el ritmo, el compás,

regular el timbre

y la intensidad.

—Reglamentar, reglar,

normalizar, regularizar,

organizar, legalizar…—.

Regular el ejercicio

acompañado

de una dieta regular,

regular el intestino

y las visitas al baño,

regular los pasos para evitar

un sorpasso por sorpresa

al organismo

que nos dificulte respirar.

—Para ser mediocre, mediano, 

corriente, intermedio,

aceptable, pasable,

normal, común,

ordinario, usual, metódico, 

uniforme, moderado…—.

Regular los días,

las horas de trabajo,

el tiempo de descanso.

Regular las relaciones,

los sentimientos,

los latidos del corazón.

Regular la cadencia

de nuestros jadeos,

regular el deseo.

Regular los besos,

las caricias.

Regular el estado de ánimo,

el estado físico,

el estado de las relaciones

humanas, 

el estado de la economía,

el estado de la democracia.

Regular el deficiente

estado de las cosas

porque suelen estar siempre 

al frente de ellas

los mediocres o los peores. 


PINTURA: JOSEP FRANCH CLAPERS


Josep Franch Clapers nació en 1915 en Castellterçol (Barcelona). Desde muy joven mostró gran talento por el arte y empezó su formación en la Escola dels Patrons Decoradors de Barcelona y realizando trabajos de decoración de imaginería religiosa. Finalmente, en los años 30, entra en la Llotja de Barcelona.


La obtención de algunos premios auguraban una carrera próspera, pero el estallido de la guerra le impuso un prematuro truncamiento. El pintor, por entonces un joven lleno de ideales, se alistó en el ejército republicano y marchó al frente. Al caer Cataluña en manos nacionales, Frach Clapers se unió a las largas columnas de refugiados que cruzaron la frontera francesa. Como tantos otros, una vez puestos los pies en territorio galo es internado en un campo de concentración; Franch Clapers pasó un año encerrado entre Sant Cebrià y Gurs. Durante este tiempo, dibujó incansablemente la dura vida en los campos, con lo que compuso una de las colecciones más amplias sobre este tema.


Una obra plástica que, además de ser un importante legado artístico, ha acontecido un excepcional y singular documento para conocer mejor uno de los episodios más dramáticos de nuestro país: la retirada de miles de personas hacia la frontera con Francia, huyendo de la cruel represión de los vencedores de la Guerra Civil, así como su posterior internamiento en campos de refugiados en el Estado francés.

sábado, 5 de abril de 2025

POESÍA: AL ACECHO


Oigo sus jadeos

cada vez más cerca:

solo, rodeado de gente, 

en medio del verano,

entre los gritos de la multitud,

junto al calor

de la estufa en invierno, 

con un hermoso libro,

en el estruendo de la lluvia,

cuando enciendo

las luces de mi casa,

cuando el mar,

cuando alargo la mano

hacia un fruto palpitante.

Está ahí, al acecho,

esperando el momento

oportuno, 

me sorprende que hayan

tantos que no se dan cuenta

y les coge desprevenidos. 

Yo espero poder seguir

esquivando sus zarpazos

durante todo

el tiempo que pueda

antes de que su aliento

también me alcance.

CINE: CLOSE


Close puede que no sea una obra de arte, pero si no lo es, se le acerca muchísimo. En su primera parte, la película narra la profunda amistad entre dos niños de trece años, que son amigos de toda la vida. Inseparables, como hermanos. Están disfrutando del verano anterior a su llegada al instituto para comenzar la secundaria. Y es, precisamente, al comenzar las clases cuando ocurre algo que hace que esa amistad comience a resquebrajarse... Hasta que se desata la tragedia y a partir de ahí la historia cambia, hay que aprender a vivir con el dolor y el remordimiento. 

El impresionante trabajo con los niños protagonistas, la manera de narrar una historia terrible desde una mirada llena de sensibilidad y sutileza, el vehículo de una banda sonora que forma parte sustancial del doloroso relato y sobre todo la manera de abordar el amor y la crueldad en la edad de la inocencia hacen de Close un filme imprescindible. Un melodrama sensorial donde el uso de la luz y el color (parte de la historia transcurre en un evocador campo de flores) se abre en canal ante la desesperada carrera en círculo de un crío que aprenderá de la peor forma posible que nuestros actos tienen consecuencias y que por desgracia algunas veces no hay marcha atrás. La película es tan viva que no se ve, sino que se participa en ella. Es imposible no sentir en carne propia el dolor que transmite. Pero también sientes la belleza, el cariño y la ternura. Lo terrible es que nadie de los que participan en la historia es mala gente, al contrario... Pero aún así, el drama se desata.

Dudo que en este comentario haya podido hacerle justicia a esta obra. Es mejor que la vean, porque como ya habrán supuesto, la recomiendo encarecidamente. Al fin y al cabo, películas de amor las hay a cientos, pero sobre la amistad son muchas menos. Y sobre la amistad masculina, menos aún. Si les gusta la poesía,  este es su cine. Por cierto: está en el catálogo de RTVEPlay, que es una plataforma gratuita. 

viernes, 4 de abril de 2025

POESÍA: EL HELIO


A cuatrocientos

grados bajo cero,

que es la temperatura

en el espacio,

todos los elementos

de la tabla periódica se paran.

Sus cuerpos enmudecen.

La vida se congela.

Sólo uno, el más leve,

se resiste a que el tiempo

y el frío lo sometan

a la inacción, al cambio.

Por fuera nos parece

que está muerto.

Su piel es de cristal.

Pero por dentro,

sus átomos ensayan

una coreografía apasionada.

Lo que fuimos y lo que somos,

como le ocurre al helio,

nos conforma.

La realidad pervive

en dos estados

que no son excluyentes

hay que aprender

a vivir en ellos.

OPINIÓN: GUERRA DE ARANCELES


A lo largo de la historia se ha hablado el lenguaje del comercio o el de la guerra. Un país tenía la opción de apropiarse de otros territorios y saquear sus riquezas, o la de hacer tratos con ellos de forma pacífica. Cuando la Europa de los años cincuenta quiso asegurarse de que no viviría otra gran guerra entre Francia y Alemania, creó un mercado común. Y no lo hizo para fastidiar a Estados Unidos, como dice Trump de forma ignorante, sino animada por Washington, porque la CEE (hoy UE) y la OTAN perseguían el mismo fin en aquella reconfiguración del orden mundial. Ahora vuelve el imperialismo y decae el librecambismo, que nunca había sido una causa de la izquierda.

Lo explicó mejor que yo Ronald Reagan, el presidente que encabezó en su momento la revolución conservadora, en un discurso radiofónico de 1988 que ha vuelto a viralizarse en las redes sociales. Decía: “Con demasiada frecuencia hablamos de comercio usando el vocabulario de la guerra. En la guerra, para que un bando gane, el otro debe perder. Pero el comercio no es una guerra. El comercio es una alianza económica que beneficia a ambos países. No hay perdedores, solo ganadores. Y el comercio contribuye a fortalecer el mundo libre”. Reagan tiraba de pedagogía en su rechazo frontal al proteccionismo: decía bien que las industrias supuestamente defendidas con los aranceles se vuelven menos competitivas. Y tuvo unas palabras visionarias: “Debemos tener cuidado con los demagogos que están dispuestos a declarar una guerra comercial contra nuestros amigos, debilitando nuestra economía, nuestra seguridad nacional y a todo el mundo libre, mientras ondean de forma cínica la bandera estadounidense”.

Reagan pronunció ese discurso con motivo del acuerdo de libre comercio con Canadá, el país que ahora ha pasado abruptamente de aliado estrecho a vilipendiado. “Nuestros socios comerciales pacíficos no son nuestros enemigos; son nuestros aliados”, dijo el presidente republicano, quien se remitía a los valores fundacionales de EE UU: “En 1776, nuestros padres fundadores creían que valía la pena luchar por el libre comercio. Y podemos celebrar su victoria porque hoy el comercio es la base de las alianzas que aseguran la paz y garantizan nuestra libertad”. Y recordaba cómo la oleada de aranceles que aprobó EE UU en 1930 agravó la terrible crisis económica de entonces: “Nos dijeron que eso protegería a Estados Unidos de la competencia extranjera y salvaría empleos en este país; la misma frase que escuchamos hoy. El resultado fue la Gran Depresión, la peor catástrofe económica de nuestra historia”. A la que siguió, recordemos, la más devastadora de las guerras.

No, arancel no es la palabra más bonita del diccionario (después de amor y religión, dijo Trump). ¿Pero no dicen que no les gustan los impuestos? Pues resulta que el arancel es un impuesto que no pagan los países de origen, sino los consumidores, que encontrarán más caros los bienes que les gustan, o se verán obligados a elegir los que no les gustan tanto. Dado que no quedan casi esperanzas de que el Parlamento o la justicia le paren los pies a Trump, solo va a poder hacerlo Wall Street. Si se precipita una recesión, no será transitoria como dice el ignorante, porque en una guerra comercial también pierde el que la ha desatado. 

jueves, 3 de abril de 2025

POESÍA: SE TRATA


Si la hierba no crece,

¿para qué el otoño?

Si las nubes no pasan,

¿para qué los cielos?

Si las rosas no huelen,

¿para qué sus espinas?

Si los pájaros no cantan,

¿para qué que vuelen?

Si los sueños no despiertan,

los recuerdos no pesan

y los olvidos no curan,

¿para qué quererlos?

Si la vida se termina

antes que la muerte 

te alcance,

entonces, ¿para qué vivirla?

Si de lo que se trata

es de hierba

que suene con el viento,

nubes que vuelen

rompiendo el tiempo,

pájaros que por cantar

se eleven,

rosas que espinen

más allá del suelo,

que los pies sean raíz

conectada con la tierra. 

Si de lo que se trata

es de que los sueños pasen

y los recuerdos curen

siendo olvidos que pesan

corazón en la memoria... 

Hay que elegir bien

cuáles son las prioridades

para que la muerte

te alcance solo

cuando la vida ya no te llegue.