jueves, 17 de marzo de 2016

CARTA A UN NIÑO SIRIO








Hola, sólo soy
alguien que pretende
escribir poesía
y aunque probablemente
no te sirva de consuelo,
quiero decirte
desde estos versos
que no todos somos
como ellos.
Aquí hay muchos
a los que nos desgarran
el corazón tus lágrimas
y desearíamos
que pudieras venir a casa
para abrazarte como mereces,
llenarte del calor
de nuestros besos
y hacerte saber de esa manera
que eres bienvenido.
Sabemos que esas lágrimas
que viertes y se secan
sin dejar huella en el alma
de los que carecen
de sentimientos,
no son sino afluentes
del pequeño caudal
con el que baja ya tu vida.
Eres como un río
que aún no ha crecido
y ya desembocas
en el mundo adulto,
ni tiempo tus recuerdos
han tenido de ir rodando
y haciéndose guijarros.
Vemos cómo nos miras
desde tu memoria
casi sin estrenar
y llenas de desolación
el embalse de la nuestra
por lo que te han hecho,
por lo que aún siguen
haciéndote,
por lo que pretenden
seguir haciendo
si nosotros no lo evitamos.
Porque por encima
de las leyes, las fronteras,
los acuerdos y las instituciones,
está el amor
que queremos darte.






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