martes, 18 de marzo de 2025

POESÍA: SILBAR A LA VIDA



Silbo y me alegro.

Miro la calle amanecida

y los jardines contentos

porque ha llovido

y la primavera está cerca.

La luz, desorientada,

resbala por la acera

como una lagartija.

Pero silbo y me alegro,

porque anoche

aún me aquejaban

lástimas de amor

ya estoy harto

de que mediaticen

lo que he de sentir cada día.


Silbo y me alegro.

Hay días que debieran

prenderse como

bosques de pinos

para evitar que nos aproximáramos.

Porque de pronto,

una mañana,

abres los ojos

y lo encuentras todo ardiente

y quema la tristeza.

Por eso hoy silbo

y por eso me alegro.

Porque estos labios

han de ser ceniza

y encima de este pecho

ninguna frente más

habrá de reclinarse.


Silbo y me alegro.

No quiero mentirme:

lo poco que poseo

está al alcance

de mi mano ahora

y eso ha conseguido

que valore mucho más

todo lo que se me ofrece

gratuitamente. Por eso

silbaré mañana todavía,

y pasado mañana

ese sonido será aquel

hueco de silencio

que se hace de repente

en la conversación

de dos amantes.


Silbo y me alegro

y esa es la razón

de mi júbilo.

Pueden herirme,

desgarrarme espadas, zarpas,

taladrarme la sed

de parte a parte:

Incluso la muerte

puede que pronto 

me imponga sus manos,

me nombre hijo predilecto

y ya no ha de quedar

de cuanto he sido

más que un poco de frío,

algunos poemas

y este silbarle a la vida.

No hay comentarios: