Graciosa y ligera
brinca la alpispa,
al borde del agua
que tanto ama,
piensa cualquiera
que la viera
llegar del mundo
bella y nerviosa
como si el viento
nos regalara
su delicada
gota de gracia.
Ligera y graciosa
del tallo al suelo,
de vuelta al tallo
o no, a la piedra,
bajo la pila
que allí gotea.
Salta ligera
la alpispa
¿destella en amarillo
su suave pluma?
Canta bajito,
bella de notas
su fina flauta,
que alza vuelo,
pues pizpiretas
mayores no hay,
que alza el vuelo,
del tallo al cielo…
No hay comentarios:
Publicar un comentario