OPINIÓN: XENOFOBIA Y RACISMO

No sé qué tienen las personas de África para que se les llame invasoras y no a las de Ucrania y Venezuela que llegaron antes y a las que acogimos solidariamente. No entiendo que a algunos les limpie la casa o cuide a sus mayores una persona a la que luego denigran. No entiendo que los problemas de falta de oportunidades se paguen con el más necesitado, hasta el punto de criminalizar a menores sin familia. No entiendo que a los vecinos  de un barrio se les señale y se diga que ese lugar es un estercolero multicultural. No podemos tolerar ni un discurso de odio más. Es inhumano, injusto y, sobre todo, insolidario. Lo contrario a la sociedad española. Nosotros también hemos emigrado cuando lo hemos necesitado. No entiendo que este clima de xenofobia y racismo se fomente desde formaciones políticas mayoritarias que asumen propuestas de la extrema derecha. No entiendo que en un país de casi 48 millones de habitantes y con 100 ciudades con más 100.000 vecinos se pueda considerar un problema el reparto de 5.000 menores no acompañados que colapsan el sistema de atención y cuidados en Canarias. No entiendo que  desde cuentas en las redes sociales identificadas con nombre y apellidos se acuse falsamente de delitos gravísimos a los inmigrantes sin que hayan responsabilidades penales. No lo entiendo, pero ahí está en nuestro día a día, envenenando a la sociedad en que vivimos. Y una cosa es segura: lo que se pretende es crear el clima apropiado para que en cualquier momento se aproveche algún suceso aislado para que se produzca un estallido social que afecte seriamente a nuestra convivencia.