Noche serena
de primavera
entre páginas,
palabras impresas,
cuerpos vivos
de encendidas almas
por los que desvivirse.
Es posible la lluvia
o la noche húmeda
replegada
en el asfalto,
en las nostálgicas
almas pelirrojas
de las farolas.
Es posible,
pianos de silencio,
páginas de sensibilidad
a flor de piel,
tinta de sombras
y noche tranquila
de primavera
en la que todos buscamos
cada cual en su vida
el calor, la belleza,
la esperanza.
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