Este señalar las cosas
con las manos cruzadas
y la boca seca
esperando la luz,
es un gesto de repliegue
que llega hasta dentro
para marcar una existencia.
El mundo de cada cual
es el reflejo
de nuestra imagen
en un espejo,
así el ángel
frente a la virgen
así el vientre
frente a la nube,
pero no lo olvides
que debajo de mis uñas
hay una fina capa de tierra.
Así que ese mundo interior
está conectado
de manera indisoluble
con todo lo que me rodea.
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