Queridos Magos de Oriente:
Esta carta la escribo para darle un sentido avesta noche y pedirles ptecisamente que cuando su magia se convierte en protagonista les traigan a las niñas y niños de este mundo un gran regalo, que tengo la osadía de pedirles en su nombre: el de velar por su futuro reconstruyendo un presente que está muy lejos del que una gran mayoría debería estar viviendo.
Y ese futuro que les pido es como una gran tarta, dividida en seis partes iguales: Amor, Paz, Ilusión, Esperanza, Respeto y Solidaridad. Por favor, hagan con su sabiduría milenaria que la magia de esta noche se convierta en el escudo que impida que los adultos les sigamos haciendo daño, siendo como son lo mejor que tenemos. Como no basta con nuestra responsabilidad ni nuestra conciencia para protegerles, apelo a las suyas. Ojalá puedan hacer realidad el deseo de un mañana donde se puedan dar las condiciones para que nuestros menores sean felices.
Gracias y un saludo.
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