Cómo sabemos
si querer estar
en un lugar
es querer estar
allí realmente
y no para echar
otro de menos.
Cómo sabemos
si el movimiento
se decide
antes de ejecutarlo,
si nos llevará
adonde los músculos
se entregan al placer
de la inercia
y no conocen
el cansancio.
Cómo sabemos
si a cada
última pregunta
no seguirá
la duda nueva
que nace,
mientras ponemos
estas piedras
con las manos.
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