domingo, 21 de mayo de 2023

PINTURA: GOYA


La obra 'El Crimen de Castillo' (1810) alude a un hecho contemporáneo a Goya conocido con ese nombre que conmocionó a la comunidad de Madrid. María Vicenta mendieta, de 32 años, era la esposa de Francisco de Castillo, un acomodado comerciante madrileño. Peleada con su esposo, se enamoró de su primo menor Santiago San Juan, de 24 años. Juntos, conspiraron y decidieron matar a su marido. La noche del 9 de diciembre de 1797 Francisco de Castillo se acostó temprano debido a una infección en la boca. María Vicenta le dio a beber un “suero”, y luego a las siete y cuarto dejó entrar a su primo enmascarado en la alcoba. Santiago San Juan asesinó a de Castillo con once puñaladas. Cuando se descubrió el crimen, María Vicenta y su amante fueron encarcelados, juzgados y condenados a muerte. La madre de María Vicenta suplicó en vano al rey la gracia para su hija, mencionando su condición de noble y hasta sugiriendo locura.

​El cuadro representa el momento antes del asesinato. María Vicenta está elegantemente vestida, sentada en una silla con dos sirvientas a sus pies. Es visitada por un amante vestido de monje barbudo. Solo se puede ver el perfil de una figura encapuchada e inmóvil con un hábito marrón, parada ominosamente en la entrada. La mujer señala con la mano el lugar donde se encuentra Francisco del Castillo. El pintor enfatiza el gesto de la mujer de incitar al crimen. El segundo hombre encapuchado que está afuera puede ser el hermano de Santiago. ​

La luz, que entra por unos grandes ventanales, ilumina a los protagonistas, quedando en penumbra la figura del marido tumbado en un lecho. Es precisamente esa luz la que revela el rostro de la mujer, que mira al asesino con una mezcla de complicidad y súplica, y la mano que probablemente señala a su propio marido en el interior de la habitación.

María Vicenta Mendieta fue declarada culpable y ejecutada. 

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