Para cualquier ser humano consciente de lo que ocurre en el mundo, no es sencillo lidiar con cierta clase de sentimientos contradictorios. Al fin y al cabo, la sociedad es un reflejo de sus integrantes y, en este juego de espejos, nadie está a salvo del juicio, la crítica y la condena. Somos un atajo de primates ¿inocentes? que evitan mirarse al espejo por si encuentran allí a los culpables.
3 comentarios:
En el juego de la vida nos volvemos esclavos y verdugos.
Los espejos son nuestros jueces. Nosotros, los primates culpables!?
Muy buen post, pases bien amigo, a pesar del pesar del mundo.
El pesar del mundo tiene unos responsables perfectamente identificables. No les demos la, satisfacción de perder por su culpa nuestra capacidad para sonreir, soñar y amar. Nos vemos en Ítaca, amiga mía.
Perfectamente identificados. Comparto contigo esas, necesarias, delicias que nos da la vida, sin ellas no podríamos sobrevivir.
Si, Itaca para seguir soñando...🤗
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