Y cuando
ya no quede nada
tendré siempre el recuerdo
de lo que no
se cumplió nunca.
Cuando me miren
con áspera piedad
yo siempre tendré
lo que la vida no pudo
ofrecerme.
Créanme:
todo lo que piensan
que fue destrozo y pérdida
no ha sido más
que conjetura.
Y cuando ya no quede nada
siempre tendré
lo que me fue negado.
No se confundan:
con lo que nunca tuve
puedo llenar el mundo
palmo a palmo.
Tanto miedo tienen
que no han advertido
la riqueza que se oculta
en la pérdida.
Desdichados,
poca ganancia hay
si nunca han perdido nada.
Yo sí he perdido:
yo tengo, como el náufrago,
toda la tierra esperándome.
No hay comentarios:
Publicar un comentario