cómplice de la esponja
que acaricie tu piel húmeda
para dejar en ella un rastro
de fragancia impecable...
Quién pudiera ser la mano
que ayudase a la toalla
a enroscarse en tu cuerpo
con la suavidad de una caricia
y la levedad de un abrazo...
Quién pudiera ser la mano
que te acompañe siempre
en tus días y tus noches
para darle un sentido
a cada uno de mis dedos...
Quién pudiera ser la mano
compañera en tu existencia
y que no vuelva a haber jamás
una ducha sin el embeleso
de la mirada que la disfrute...
1 comentario:
Mmmmm... delicado...
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