viernes, 23 de julio de 2010

LIBERTAD


Sublime y cálida
como el deseo,
llegaste hasta mi vera.
Quiero que lo sepas:
No eres tú lo
que me duele,
es la punzada
de tu inmensidad
por mis venas;
es el ronroneo
de tu sangre
recorriendo los arroyos
de mi alma
para hundirse
entre mis penas
y fundirse con ellas.
Y me dueles,
porque me condenaste
a ser como tú,
te prometo que quiero
no dejar de serlo
pero en la frugalidad
del tiempo
van y nos traicionan...
Y me dueles
porque te amo,
y como no te olvido,
nos dolemos
en lo que simbolizas
tras esta pasión
que nos consume.


1 comentario:

Carmen Conde Sedemiuqse dijo...

Libertad, amor, belleza.

Besos y amor
je