Cuando llega la noche
nadie está con ellos,
nadie les consuela
ni escucha su voz,
ni ve su cara desesperada.
Cuando el sol se oculta
tras los sucios muros
y las puertas se cierran,
salen de sus heridas
y caminan por las celdas.
Son como tú y yo
pero más valientes
que nosotros dos juntos.
Fueron niños
que jugaban su inocencia
bajo el paraguas de la injusticia
y al crecer se rebelaron.
Ahora es lo único que tienen
para superar el vía crucis
de su pequeño mundo
cuando hasta el respirar
también duele.
Los he visto,
están por todas partes
soportando las heridas,
sombríos, torturados, tristes,
pero con una fuerza
interior inconcebible
diciéndose a sí mismos:
No seré yo si transijo,
si claudico, si traiciono
lo que los demás traicionan
indiferentes, cada día...
nadie está con ellos,
nadie les consuela
ni escucha su voz,
ni ve su cara desesperada.
Cuando el sol se oculta
tras los sucios muros
y las puertas se cierran,
salen de sus heridas
y caminan por las celdas.
Son como tú y yo
pero más valientes
que nosotros dos juntos.
Fueron niños
que jugaban su inocencia
bajo el paraguas de la injusticia
y al crecer se rebelaron.
Ahora es lo único que tienen
para superar el vía crucis
de su pequeño mundo
cuando hasta el respirar
también duele.
Los he visto,
están por todas partes
soportando las heridas,
sombríos, torturados, tristes,
pero con una fuerza
interior inconcebible
diciéndose a sí mismos:
No seré yo si transijo,
si claudico, si traiciono
lo que los demás traicionan
indiferentes, cada día...
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