Primero comprendí que el dibujo y las matemáticas no eran lo mío. Luego asumí que lo del basket tampoco. Más tarde renuncié a ser un líder de masas. Posteriormente asumí que lo de realizarme en el trabajo era una entelequia. Ya con cierta edad, las estadísticas me indicaron que conservar una mujer era tarea casi imposible... En fin, que dados los antecedentes soy optimista: Ahora me encuentro abierto a toda clase de decepciones.
3 comentarios:
Excelente forma de encarar la vida.
Saludos
Gracias, amigo. A mí también me lo parece...
No se porque......pero lo comparto enteramente, besitos
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