Para recuperar
el espíritu de la infancia,
quizás un juego
o una inocencia.
Para recuperar
los años de adolescencia,
quizás un beso
o una esperanza.
Para recuperar
los tiempos de juventud,
quizás un verso
o un amor eterno.
Para afirmar
la edad de la madurez,
quizás la eterna
renovada
incombustible rebeldía
de los que perdieron mil batallas
pero nunca se dieron por vencidos.
el espíritu de la infancia,
quizás un juego
o una inocencia.
Para recuperar
los años de adolescencia,
quizás un beso
o una esperanza.
Para recuperar
los tiempos de juventud,
quizás un verso
o un amor eterno.
Para afirmar
la edad de la madurez,
quizás la eterna
renovada
incombustible rebeldía
de los que perdieron mil batallas
pero nunca se dieron por vencidos.
2 comentarios:
Pues si, me ha gustado y lo comparto, estoy en esa edad de no rendirse, me gusta tu poesía porque no hay que buscar el significado, está ahi, tal cual la escribes, besos
Recuperar sentimientos, recuperar esperanzas... Nos pasamos la vida recuperando el pasado.
¿Por qué no empezamos a recuperar el futuro? O mejor aún, el presente.
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