Imagen: 'Paisaje romántico', de Vasili Kandinsky (1911)
Después de conocerla, algunas cosas cambiaron en su vida: Enterró la certeza de que era un hombre sin suerte, empezó a creer en el futuro, se hizo un fervoroso practicante del paso a paso como la mejor posibilidad para avanzar, y acabó convencido de que los sueños pueden hacerse realidad. Así que en aquella historia de amor sí que hubo un final feliz, aunque no fuese exactamente el que marcan los cánones románticos...
1 comentario:
Oajalá las historias terminen siempre así de bien; que uno de los dos encuentre ese final del camino, y que, mientras lo recorre, sabe lo que le espera.
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