El silencio es el protagonista de la noche en el corredor de la muerte, como siempre que en la madrugada siguiente hay una ejecución. Mientras, el condenado paladea sonriente el postre de su última cena: Celebra con un macabro deleite haber mantenido ocultos la gravedad sus problemas con las alergias alimentarias...
1 comentario:
Eso sí es chungísimo...no sé yo si uno estaría mentalizado para pasarlo bien comiendo sabiendo que vas a morir al día siguiente...chungísimo.
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