Murió como algo rutinario,
una muerte anónima
casi liviana y oscura
en las profundidades marinas:
En realidad hacía tiempo
que habían fallecido
su nombre, sus derechos,
su tiempo y su vida.
Ahora es un titular,
pero mañana
volverá a ser olvido:
no hay memoria suficiente
para los abandonados
de la suerte.
Este es el último silencio
que soporta.
Ha habido tantos...,
silencios fríos, ásperos,
enormes y despiadados.
Desde aquí,
en este lado del frío,
quisiera ser el instrumento
que encuadre su figura
y su definitiva ausencia.
Por eso hoy escribo muerte
como un idiota que no sabe,
que no ha aprendido nunca
lo que es morir en vida:
Aunque tenga los ojos
inundados con la sal
que él ha tragado.
Me pregunto cuento tiempo
seguiremos inmunes
a estas muertes
que ni siquiera
logran llegar a la orilla.
Los días pasan, el océano
continuará cobrando su cuota,
y todo seguirá siendo indiferencia...
una muerte anónima
casi liviana y oscura
en las profundidades marinas:
En realidad hacía tiempo
que habían fallecido
su nombre, sus derechos,
su tiempo y su vida.
Ahora es un titular,
pero mañana
volverá a ser olvido:
no hay memoria suficiente
para los abandonados
de la suerte.
Este es el último silencio
que soporta.
Ha habido tantos...,
silencios fríos, ásperos,
enormes y despiadados.
Desde aquí,
en este lado del frío,
quisiera ser el instrumento
que encuadre su figura
y su definitiva ausencia.
Por eso hoy escribo muerte
como un idiota que no sabe,
que no ha aprendido nunca
lo que es morir en vida:
Aunque tenga los ojos
inundados con la sal
que él ha tragado.
Me pregunto cuento tiempo
seguiremos inmunes
a estas muertes
que ni siquiera
logran llegar a la orilla.
Los días pasan, el océano
continuará cobrando su cuota,
y todo seguirá siendo indiferencia...
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