viernes, 1 de junio de 2007

AMOR SOLITARIO

El deseo florece lentamente
tras las fronteras levantadas
en la soledad de tu dormitorio.
Una irrefutable inquietud te posee,
notas como fiebre en las manos,
imágenes, evocaciones y jadeos
despiertan los secretos más dormidos.
Cierras con deleite los ojos
y abres el vientre a las caricias
que la sabiduría de tus dedos crean
para llenarte el aliento de energías.
Desde el cráter que tenías dormido
entre tus piernas interminables,
un estallido se está gestando,
heroico, intenso, poderoso...
Y te posees a través del tiempo,
acaricias el silencio que te acompaña,
te amas como nadie puede amarte,
compones una sinfonía a tu deseo.
Una sonrisa te ilumina el rostro,
se tensan tus curvas asombrosas,
está próximo el implacable desenlace:
Lo tienes subrayado con pasión infinita
en la desbordada humedad de tu sexo.

No hay comentarios: