miércoles, 29 de abril de 2015

ANSIOLÍTICO






Curioso nombre
el que te han puesto
y curiosa manera
de llegar a la vida
de los hombres:
Blanco, redondo,
con aparente inocencia
para mezclar
pájaros con acuarelas
y ofrendar la piedad
en los párpados
de los que padecen
de ansias y desasosiegos.
Abres los baúles de la calma,
inventas nubes,
toboganes de gasa
y valles con garabatos
de morfina
donde se mece
en su espesor la nada.
Con esa falsa sensación
de sanatorio se consuela
la vida de su pérdida
y vuelve tu tiempo
intacto a su empeño
con el amparo
de una doble bendición:
la de sobrevivir,
y la de abotargarnos
en carne de niebla
la conciencia
por si nos tienta
preguntarnos para qué
y por qué sentimos
lo que sentimos.






No hay comentarios: