Yo te
conjuro
en los
abismos del viento
en las
entrañas del fuego
en el
poder de la sangre.
Yo te
invoco
porque
quiero habitar siempre
esa vida
que respira,
y
posibilita la balada
de las
sirenas en la noche.
Yo te conjuro
porque se
abrillanta el día
si tu
boca susurra
silencios
de lejanos dioses
que se
conjuran en tus ojos.
Yo te
invoco
en la
cima del placer
cuando es
remedo de tu carne
aprisionando
a su
presa enfebrecida.
Yo te
invoco
cual realidad
de manos suaves
de voz
primera
y pecho
abierto de desiertos.
Yo te
conjuro
como travesía
de ternura,
pubis
sembrado de hierba fresca
y el vidrio de tus dientes
brindando sonrisas a la vida.
Y clamo a ti, amor mío
porque te necesito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario