La escena encandila
la luz del día:
alguien observa
un jarrón de cristal
con un ramo
de flores dentro,
la mirada con memoria
es engañosa,
pues recuerda
la perfección natural
de un jardín
y no permite deducir
que en esa escena
sólo la luz
que se queda en el agua
todo el tiempo
y permite a las flores
prolongar el desenlace
permanece.
Me pregunto
qué es un moribundo
ramo de flores dentro
de un jarrón de cristal...
¿Una metáfora
de la belleza encerrada
en una jaula?
¿La alegoría
del dominio de los hombres
sobre la pureza
de lo natural?
¿Un recuerdo en rebeldía,
una fiesta olvidada,
o quizás el sucedáneo
de ese edén
del que dicen que fuimos
expulsados un día?
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