martes, 4 de febrero de 2014

PLACER EFÍMERO




Aprovechando la confusión,
el trece horizontal
asestó un golpe mortal
al experto en crucigramas.
El nueve vertical
que se cruzó con ella,
ni siquiera consideró
la posibilidad de delatarla.
Ahora ambos disfrutan
sin letras de por medio
la dudosa liberación
de cuadrículas en fuga
y desde la estantería
que la biblioteca destina
a los pasatiempos sin resolver,
ambos ven pasar
el entierro de su enemigo.
Pero algo los mantiene en guardia,
quizás un sexto sentido
que les avisa de una amenaza
en forma de rotulador
rompiendo su sosiego.
En realidad son conscientes
del destino marcado
pues para los enunciados
de crucigramas, la libertad

suele ser un placer efímero.




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