martes, 30 de julio de 2013

LAGARTO


Siempre he tenido
conciencia de lagarto
adicto al sol de una playa
porque mi hogar está
entre las grietas
de una roca volcánica
perdida en el mar.
A veces se me ha roto
una parte del alma
y en sus movimientos
espasmódicos quedaron
mis sueños moviéndose
nerviosos y creyendo
que aún estaban vivos,
pero siempre acaban
por regenerarse
y brotar con nuevos bríos.
La vida me ha enseñado
que hay un enigma
detrás de cada obstáculo
del que procuro descifrar
un trocito de esperanza
para cuidarlo sin olvidar
una mirada de reojo:
es recomendable estar
atento a las sombras
que puedan significar
el albur de un peligro
hecho realidad siempre
sin previo aviso.




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