sábado, 29 de diciembre de 2012

LA LUZ ENCENDIDA



Me he ido dejando encendida
la luz de la entrada
y lo he hecho a conciencia,
no vayas a pensar
que ha sido en un descuido
causado por la última prisa
al salir camino del trabajo.
Lo he hecho como un último
impulso de despedida
y para dejarte un mensaje,
una iluminada huella
de mi provisional ausencia,
un tierno nido de luces
para decirte que siempre
me voy deseando volver.
Pero también lo he hecho
para que me sirva de guía
como un faro en la noche
en el momento del regreso.
Cuando aparque el coche
y vea esa luz desde la calle
será como el primer atisbo
de bienvenida al hogar
antes de que en tus labios
reciba el definitivo premio
a la jornada que ya termina.

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