viernes, 6 de julio de 2012

ÚNICOS


El caso es que es cierto
que somos únicos...
Pero lo que podría parecer
una afirmación de identidad
y llevarnos por un sendero
que nos haría sentir orgullo,
las circunstancias
en que lo convertimos
nos obligan a preguntarnos
si somos merecedores
de tal privilegio
como protagonistas
del entorno en que vivimos.
¿Realmente para qué
somos únicos?
¿Cuántas veces
pisoteamos el verde
olvidando que su esencia
es nuestra esperanza?
¿Será que no creemos en ella
o que tal vez lo bello compite
con nuestra tendencia
irremediablemente obsesiva
en destruir lo mejor
que la vida nos ofrece
en su asombrosa variedad?
Demasiadas preguntas
sin respuesta aparente
para una especie que parece
ser cómplice de la muerte.


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