Abrir los ojos
y escuchar al sol
tras las cortinas...
Ver como tu espalda
se dibuja en la luz
sobre la cama.
Buscar la noche
entre las sábanas
y hallar mariposas,
que aletean en el estómago.
Igual se hace presente
algún sonido,
puede que sea
el reloj parpadeando
o la caricia de ayer
que se ha escapado
de mi sueño
intentando revivir
una y otra vez
lo que tú y yo sentimos.
Darme la vuelta
y llenarme los ojos
con la piel que duerme
relajada a mi lado...
Y saber que me quedaré
siempre para verte así,
con un puñado de sol
en el rostro que un día
llegó a mi corazón
para quedarse.
Una vez fuiste un sueño
y entiendo que perseveré
hasta conseguirlo,
ahora eres referencia
y realidad de mis auroras.
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