Si me permites...
Es sólo un momento
para decirte que enriqueces
este mundo que sin ti
se sentiría de otra manera.
Contribuyes a que el hombre
ejerza de ser humano,
le vacunas contra la desesperanza,
recuerdas el apoyo que merecen
los que no tienen nada
así como el deber de estar presente
en la lucha por la justicia
aunque demasiadas veces
acabe siendo una causa perdida.
Intuye que contigo
podrá compartir el círculo
de lo que su soledad incluye
pues la entiendes perfectamente,
y sabe que no está obligado
a posturas forzadas
que desvirtúen tu libertad y la suya
para ser como les apetezca.
Le gustas porque no estás
ni en las iglesias, ni en los cuarteles,
ni en las prisiones o los cerebros
donde la razón es sojuzgada.
Te admira porque no eres
multitud y si hay que buscarte,
ha de hacerlo en las filas
de la Sonrisa, la Solidaridad,
la Pasión y la Dulzura.
Y mientras miras al mundo
que se abre ante tu ventana,
él te mirará sobre el mar
que tanto admira en tus ojos.
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