jueves, 23 de febrero de 2012

LA MARIPOSA



Con tus alas cristalinas
te deslizas por el aire
intuitiva y liviana
convirtiendo en belleza
el infinito que te evoca.
Hacen guiños de emoción
miríadas de guirnaldas
que engalanan el entorno
donde despliegas el vuelo
mientras gotas de rocío
sutiles y enternecidas
sobrevienen suavemente
sobre los laureles
los lirios y las azucenas.
Resuenan ecos de ternura
en cada rincón de la floresta,
rendida a la fascinación
que despiertas a tu paso.
Se soliviantan las hojas,
vibra el alma de las flores
y la naturaleza despliega
todo el poder de su belleza
al respirar una atmósfera
tan sutilmente delicada
como la exquisita sonrisa
de una mujer enamorada.

1 comentario:

Montserrat dijo...

Genial, preciiosa, enternecedora...Un beso, amigo canario.