domingo, 4 de diciembre de 2011

BRINDAR



Estaría bien aprender
a llenar las copas con palabras
para brindar con ellas
y escanciarlas en los ojos
de quienes podrían usarlas
para conmoverse.
Estaría aún mejor
si aprendieran también
a declamar con ellas
cuestiones relacionadas
con el amor, la risa y el deseo.
Y que pudieran asimismo
defenderse del odio
y las situaciones más amargas,
que les sirvieran de escudo
contra los que en lugar de hablar
ladran desde los micrófonos
o las tarimas donde se congelan
la paz o la esperanza.
Es el milagro de la poesía
convertida en vino:
palabras destiladas en papel
para que peregrinen sigilosas
por nuestras entrañas
y las sintamos agitarse
convulsionando nuestra sangre.
Escribimos para las emociones
de los que nos aman mientras leen,
para mantenerlos ocupados
al menos durante un momento
mientras podamos brindar
por nuestras entrañas,
nuestra sangre y nuestras ilusiones.

1 comentario:

Montserrat dijo...

Brindo por tus palabras!