viernes, 24 de diciembre de 2010

TRANSGÉNICOS

Una de las mayores sorpresas que han deparado los papeles de Wikileaks con respecto al gobierno español ha sido demostrar su apoyo en la sombra, pero sin reservas, a favor de los cultivos transgénicos. Es este un tema que está tomando cada vez mayor relevancia a nivel mundial debido a la llamada crisis alimentaria. Los alimentos transgénicos, para que nos entendamos, son todos aquellos que contienen ingredientes, o que fueron producidos, a partir de un Organismo modificado genéticamente.

La idea de los transgénicos es la producir alimentos que sean inmunes o resistentes a factores como las plagas, o para mejorar (en teoría) su contenido nutricional. Pero han surgido grupos, formados principalmente por ecologistas, algunos científicos y políticos, que se oponen a este tipo de alimentos y exigen un etiquetaje específico que indique su procedencia, debido a las preocupaciones que suscitan en cuestiones como la seguridad alimentaria, los impactos ambientales, los cambios culturales y las dependencias económicas que suscitan. Se generalizan las llamadas a evitar este tipo de alimentos, cuya producción podría ocasionar irreversibles daños ambientales y sociales.

Las advertencias sobre amenazas para la salud humana hacen hincapié en que muchas plantas transgénicas contienen un gen de resistencia a los antibióticos y además podrían ocasionar nuevas eventuales alergias (principalmente en bebes y niños), ya que la mayoría de los alimentos transgénicos, contienen genes de virus, bacterias, mariposas e incluso escorpiones. Asimismo a los expertos en genética les resulta imposible asegurar que las consecuencias a largo plazo de la introducción de nuevos genes en el medio ambiente no puedan ocasionar un serio desajuste, puesto que se aumenta el riesgo de contaminación biológica, es decir, la transformación de los cultivos convencionales en transgénicos por la polinización cruzada.

Llegados a este punto, pasemos a hablar de intereses económicos, porque en el fondo y como en tantos otros temas, esa es la cuestión: Para ello hay que hacer mención al caso de la corporación multinacional americana ‘Monsanto’, que acapara el 80% de la producción del mercado de plantas transgénicas: En el año 2007 surgió una tremenda polémica con esta corporación debido a la publicación de un estudio del Comité de Investigación e Información Independientes sobre la Ingeniería Genética (CRIIGEN), y basado en un estudio realizado por la propia Monsanto, que revelaba que en pruebas hechas con maíz transgénico en ratones, estos presentaban signos de toxicidad.

Los efectos variaban según el sexo de los ratones, y así el responsable del trabajo, Gilles-Eric Séralini, precisaba que en las hembras se observaba ‘un aumento de las grasas y del azúcar en la sangre, un aumento del peso del cuerpo y del peso del hígado; todo asociado a una mayor sensibilidad hepática’. Debido en gran parte a estos resultados, en el 2008 la Comisión Europea rechazó la aprobación por parte de la Autoridad Europea de Seguridad alimentaria de UE el uso de varios tipos de maíz transgénicos; abriendo a su vez el debate sobre la confianza sobre el sistema europeo de aprobación de transgénicos.

Pero el debate no se ha abierto solamente sobre los organismos europeos de seguridad alimentaria; sino que va muchos más allá, saliendo a la luz una estudiada estrategia por parte principalmente de la corporación Monsanto, cuyo objetivo es asegurarse el apoyo y la aprobación de la introducción de sus productos en los mercados mundiales. ¿La posición del gobierno español también va en ese sentido?

La cinematógrafa francesa Marie-Monique Robin, puso el dedo en la llaga con el documental " El mundo según Monsanto", en el cual traza la historia de dicha corporación, que en su más de un siglo de existencia ha sido fabricante del agente naranja (usado como herbicida en la guerra de Vietnam), y de hormonas de incremento de la producción láctea prohibidas en Europa, entre otros. Lo que más impresiona es la evidencia del entramado político de dicha empresa, que se ha procurado crear un lobby oculto en el mismo congreso de los EEUU, colocando a consejeros delegados en cargos de relevancia en las comisiones de seguridad alimentaria y en organismos administrativos de justicia, y la acusación de intentar introducir a personas cercanas en la mismísima OMS.

Otro de los hechos denunciados en este documental, es el hecho de que Monsanto tiene patentadas el 90% de las nuevas semillas transgénicas, lo que le ha permitido llevar a la ruina a centenares de agricultores americanos por haber (según la corporación) hecho uso de las mismas en sus plantaciones sin abonar el derecho de patente, cuando el hecho de la proliferación de determinadas semillas en los cultivos está en la polinización cruzada natural producida por los vientos y los insectos ( vamos, que si de repente en nuestra huerta aparecen unas plantas de maíz que provengan de algunas semillas transgénicas que hayan sido polinizadas eventualmente, ¿resulta que tendríamos que pagarle a Monsanto por la patente de esas semillas?).

Greenpeace ha sido una de las organizaciones más críticas, no sólo sobre el uso en sí de los transgénicos, sino también con dicha corporación... El volumen de negocio puede ser gigantesco y las ganancias multimillonarias. Algo así puede comprar a cualquiera, independientemente del puesto que ocupe en el organigrama de un gobierno... Y estas cosas raramente llegan a la luz pública. Pero están ahí y lo que se nos presenta como la panacea que acabaría con el hambre en el mundo, en realidad puede convertirse en una maldición y ser una nueva vuelta de tuerca en el empeño del ser humano por destruirlo. ¿Se habrá discutido sobre este asunto en alguna reunión del gobierno?

No hay comentarios: