jueves, 2 de septiembre de 2010

SALUDO

Imagen: 'Mujer asomada a la ventana', óleo de Dalí
Hola. ¿me permites?
Es sólo un momento
para decirte que enriqueces
todo este mundo que sin ti
sentiría de otra manera.
Contribuyes a que el hombre
se sienta poeta
y ejerza en consecuencia,
me proteges de la desesperanza,
me recuerdas el amor que merecen
los que nunca ganan
y el deber de estar presente
en las causas perdidas.
Contigo puedo compartir
el círculo encantado
de lo que mi soledad incluye
pues la entiendes perfectamente,
y sé que no estoy obligado
a posturas forzadas
que desvirtúen tu libertad y la mía
de ser con les apetezca.
Me gustas porque no estás
ni en las iglesias, ni en los cuarteles,
ni en las prisiones
donde la razón es sojuzgada.
Te quiero porque no eres
multitud y si he de buscarte,
he de hacerlo en las filas
de la Rebeldía, la Solidaridad,
la Pasión y la Dulzura.
Y mientras miras al mundo
que se abre ante tu ventana,
yo te miro sobre el mar
que se observa en tus ojos.


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