lunes, 26 de octubre de 2009

DERECHOS HUMANOS


Dar una esperanza al semejante que se encuentra arbitrariamente encarcelado o salvar una vida que está a punto de perderse a causa de una sentencia al margen de cualquier legalidad, es el mayor acto revolucionario que pueda hacer una persona a nivel individual. Y existe una organización que canaliza esta tarea: Amnistía Internacional. El arma a utilizar es a la vez sencilla y poderosa: Una carta escrita en términos respetuosos, pero firmes. Resulta increíble las consecuencias que una acción tan simple puede llegar a conseguir, si se une a miles parecidas.
Por lo demás, la organización se financia exclusivamente con las aportaciones de los socios con el fin de mantener la independencia necesaria para tener libertad de acción. No hay más secretos: Sólo la voluntad de colaborar. Más información en:

http://www.es.amnesty.org/

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