No es este un blog de deportes, que ya tiene suficientes foros para ocuparse del tema. Pero lo ocurrido ayer en el Estadio Olímpico de Berlín ya es Historia, y merece comentarse. Básicamente por tres motivos:
Porque Lo conseguido por Usain Bolt demuestra que no todo en la vida está escrito y a veces viene bien recordarlo...
Porque esa fantástica carrera, y el increíble récord del mundo que el larguirucho corredor jamaicano ha conseguido, se ha desarrollado en un estadio en el que puede que aún se esconda la siniestra sombra de Adolf Hitler, ya que fue construido a mayor gloria del nazismo....
Y por último, porque fue en ese escenario donde el legendario Jesse Owens infringió la mayor humillación que el jerarca nazi recibiera en vida, obligándole con sus triunfos a abandonar el recinto...
Por eso no puedo evitar al ver en las celebraciones de Bolt, feliz como un niño, una metáfora de la legendaria sonrisa de Owens. Como homenaje a su memoria, no está nada mal ese pensamiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario