¿IMAGINACIÓN O REALIDAD?

Que sencillo les resultó a los Profetas de la Seguridad engañar a la mayoría. Manipularon los medios de comunicación creando falsos enemigos y tramposos índices de delincuencia. Ahora estamos como estamos: En un sistema que se asemeja mucho a lo descrito en su momento por George Orwell. Hoy he decidido pasar a la clandestinidad para presentar batalla. No estoy solo y aunque por ahora somos pocos, estamos decididos. Y seguros de que cada vez seremos más los que ponemos por encima de una falsa e interesada sensación de seguridad, el derecho a la libertad individual y colectiva.

Porque si no nos movilizamos... ¿De qué manera controlaremos a los que dicen defendernos? ¿A quién llamarás cuando la policía te golpee y te detenga sin motivo o cuando te conviertas en sospechoso por querer ser diferente? ¿Cómo ocultarás tu intimidad a los vigilantes que te protegen? ¿Qué camino seguirás cuando las calles se llenen de cámaras y tu vida de restricciones? ¿Cuánto tiempo soportarás tener que informar de tus intenciones con tiempo suficiente para que se contrasten y autoricen? ¿Abrirás la puerta de tu casa a los fiscalizadores, y les mostrarás tu intimidad? ¿Permitirás que supriman la posibilidad de pasar inadvertido, que todo esté regulado hasta en el más mínimo detalle, que nadie pueda besarse en un parque sin ser grabado? ¿Debemos limitarnos a este orden miserable que nos convertirá en súbditos en lugar de ciudadanos, con la protección que hemos comprado vendiendo nuestra alma?

Definitivamente no podemos seguir permitiéndolo. Se acabaron las manipulaciones interesadas, las mentiras y el sometimiento. Hoy es el día en que las cosas empiezan a cambiar... Es el principio del final para El Gran Hermano...