martes, 6 de mayo de 2008

LAMENTOS


Nada es sencillo
y todo puede serlo
si logramos encontrar
las respuestas adecuadas.
Nada tiene sentido,
excepto intentar
estar a la altura del momento.
No conozco otra manera
de serle fiel a uno mismo:
Ni te culpo, ni me culpo,
porque no debemos ser reos
de nuestras limitaciones.
Sé que a veces lamentas
algunas cosas que han pasado,
aunque procuras esconder tu rostro
para no explicar las razones
de esas lágrimas que finjo
no haber visto nunca.
Espero que sepamos perdonar,
-todos somos responsables de algo
y si nos absolvemos
a nosotros mismos,
tal vez aprendamos
a perdonar al mundo-
Ya no estás conmigo,
ni yo me considero tuyo,
aunque siga amando profundamente
el pasado que conocimos
y aún me tiemble el pulso
cuando te pienso,
porque tenemos en común
un inmenso continente
y sólo nos separan unos pocos islotes.
Pero las vidas se distancian
y las historias concluyen:
Hemos de hacer un esfuerzo
por no apagarnos del todo,
aunque nos parezcan borrosas
las palabras que nos dijimos
y nos encontremos a la intemperie
soportando la tormenta.
Porque supimos ser felices,
no le encontramos explicación
a lo que hemos permitido
que nos esté sucediendo:
Hemos quemado las naves,
se impone un tiempo de cambio,
contra todas las caricias y nostalgias,
aunque el dolor haya venido
a llenarnos de sal las heridas.
Hagamos juntos un último esfuerzo
por no traicionarnos del todo,
y quizás podamos encontrar las respuestas
a los interrogantes que se nos abren
en este futuro en el que tu no estarás
y yo también me habré marchado...

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