TE CAMBIO ESA TRISTEZA

Te cambio la tristeza que araña tu garganta,
reniego de ese dolor que sugieren tus ojos,
que la pena continúe su marcha imparable,
y los sinsabores insistan en abrirse camino.

Por eso traigo el alma revestida de cariños,
los ojos atestados de emoción por la vida,
y el corazón pródigo en sanas esperanzas.

Quiero entregarte un superávit de sonrisas,
que las manos me rebosen de amistad sincera
para que el aire se despeje de cargas y fatigas.

Tengo la voluntad de desinfectarte los sueños,
el aerosol de la ilusión contra los pesimismos,
la libertad de despertar los sentidos dormidos,
el placer de disfrutar de la recíproca compañía:

Incluyo emociones, reflexión, charlas, silencios,
discreción, entusiasmo, camaradería y, lealtad,
la intención, en suma, de alcanzar juntos la cima
de una amistad que presumo amplia y duradera.

Por todo eso considero mi primera obligación,
arrancarte la tristeza que te agarrota el alma,
y arrancarte de cuajo esa aflicción de espinos.