miércoles, 29 de octubre de 2025

HISTORIAS MÍNIMAS: EL NÁUFRAGO


Cuando el viajero que escapó del naufragio llegó por fin a la isla, habiendo salvado de las olas su cepillo de dientes, su pipa, su trastorno hepático y su vieja inhabilidad para creer en los milagros, el tiempo se derritió de repente como un montón de nieve. El silencio, de pronto, se quebró por todas partes, la sangre del viajero se volvió ligera y ebria, tan ligera y tan ebria que él entró en las cosas y las cosas entraron en él, en una sed de combustión tan entusiasta que su vista tropezó entre distintas visiones, atravesó estados de displacer, alucinaciones tan fuertes, éxtasis y revelaciones tan claras, que tuvo miedo de convertirse en una araña o en una frutilla silvestre. Temió tanto que se hincó sobre sus rodillas, rezó a su dios demasiado excelso como para hacer milagros, y se dejó caer desde una roca al mar justo un momento antes de que le fuese conferido el don de la profecía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Eres libre para realizar tu comentario pero, por favor, procura ser respetuoso. Y gracias por colaborar...