Nunca tuve
el terror a morir
de los que encerraban
a su corte
con ellos en la fosa,
de los que mandaban
construir ochenta mil
soldados en terracota
para hacerse defender
en las tinieblas.
Ya he superado
la angustia primera,
la más profunda,
conseguí exorcizarla
y ha sido una victoria,
dado que estoy
traspasando la frontera
donde pronto empezará
a sonar alguna
que otra voz de alarma.
Así que no tengo
miedo a morir,
no puede ser malo
un sendero
que tantos otros
antes que yo
han recorrido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Eres libre para realizar tu comentario pero, por favor, procura ser respetuoso. Y gracias por colaborar...