domingo, 22 de mayo de 2011

LLAMARADA



Como siempre sucede,
gran parte de lo que ocurre
y a pesar de que algunos
se afanen en demostrar lo contrario,
resulta no tener relevancia.
La mayoría es de origen dudoso
o de naturaleza contradictoria
y es olvidado con la misma
rapidez con la que ocupa
los titulares y las conversaciones.
Es como si los componentes sueltos
de innumerables rompecabezas
se lancen con gran estruendo
sobre la mesa del mundo
pero que dejan de tener interés
mucho antes de que el cuadro
pudiera ser reconstruido.
Al final siempre quedan
las piezas que de verdad importan:
Esas que consiguen
que nuestra sangre se encienda
y seamos llamarada
que conmueva hasta las piedras
y para que en el mundo
se abran los ojos sobre los restos
de los que sólo saben sobrevivir:
esa es la revolución
que hoy quiero hacer contigo.

1 comentario:

Montserrat dijo...

Tienes tanta razón...