El concepto de Reserva de la Biosfera fue elaborado en 1974 por un grupo de trabajo del Programa sobre el Hombre y la Biosfera (MAB) de la UNESCO. La Red se inició en 1976 y comprende ya 551 reservas distribuidas en 82 países. Los objetivos fundamentales del programa pasan por conservar la diversidad biológica, fomentar el desarrollo económico y conservar los valores culturales. Da testimonio de su importancia que ha sido designado Premio Príncipe de Asturias.
Las Reservas de la Biosfera incluyen una gran variedad de entornos naturales que van desde la alta montaña hasta llanuras muy humanizadas, desde regiones costeras e islas hasta extensos bosques del interior, desde desiertos tropicales hasta la tundra de las regiones polares. Son zonas de ecosistemas terrestres o costeros o con una combinación de ambos reconocidas en el plano internacional como tales en el marco del Programa sobre el Hombre y la Biosfera (MAB) de la UNESCO.
Las Reservas son propuestas por los gobiernos nacionales y han de satisfacer algunos criterios y reunir un mínimo de condiciones para que puedan ser admitidas en la Red. Deben cumplir con tres funciones complementarias: una de conservación, para proteger los recursos genéticos, las especies, los ecosistemas y los paisajes; una función de desarrollo, a fin de promover un desarrollo económico y humano sostenible; y una función de apoyo logístico, para respaldar y alentar actividades de investigación, de educación, de formación y de observación permanente relacionadas con las actividades de interés local, nacional y mundial encaminadas a la conservación y el desarrollo sostenibles.
España cuenta a lo largo de su territorio con cuarenta zonas con la calificación de Reserva de la Biosfera. De ellas cinco corresponden a las Islas Canarias, lo que da cuenta de la riqueza de su biodiversidad y la necesidad de conservación:
Las Reservas de la Biosfera incluyen una gran variedad de entornos naturales que van desde la alta montaña hasta llanuras muy humanizadas, desde regiones costeras e islas hasta extensos bosques del interior, desde desiertos tropicales hasta la tundra de las regiones polares. Son zonas de ecosistemas terrestres o costeros o con una combinación de ambos reconocidas en el plano internacional como tales en el marco del Programa sobre el Hombre y la Biosfera (MAB) de la UNESCO.
Las Reservas son propuestas por los gobiernos nacionales y han de satisfacer algunos criterios y reunir un mínimo de condiciones para que puedan ser admitidas en la Red. Deben cumplir con tres funciones complementarias: una de conservación, para proteger los recursos genéticos, las especies, los ecosistemas y los paisajes; una función de desarrollo, a fin de promover un desarrollo económico y humano sostenible; y una función de apoyo logístico, para respaldar y alentar actividades de investigación, de educación, de formación y de observación permanente relacionadas con las actividades de interés local, nacional y mundial encaminadas a la conservación y el desarrollo sostenibles.
España cuenta a lo largo de su territorio con cuarenta zonas con la calificación de Reserva de la Biosfera. De ellas cinco corresponden a las Islas Canarias, lo que da cuenta de la riqueza de su biodiversidad y la necesidad de conservación:
- Los Tiles en La Palma (1983), por albergar uno de los bosques de laurisilva más representativos del Archipiélago y poseer un patrimonio natural de excepcional valor, especialmente desde el punto de vista de su flora y fauna.
- Lanzarote (1993), por las altas cualidades ambientales que posee, por contar con la presencia de ecosistemas representativos protegidos a través de diversos instrumentos legales, y por la intervención respetuosa del hombre en el medio natural. Llana y volcánica, predominan los campos de lava surgidos tras las erupciones del primer tercio del siglo XVIII, parte de las cuales integran el Parque Nacional de Timanfaya. El Golfo, la Cueva de los Verdes, la gran variedad de la avifauna marina, de la flora y la fauna y de las plantas terrestres exclusivas hacen de Lanzarote Una verdadera joya natural
- El Hierro (2001), porque con apenas 278 kilómetros cuadrados, un perímetro litoral de 107,5 kilómetros cuadrados, una altura máxima de 1.501 metros y una población que no supera los 9.000 habitantes, El Hierro constituye uno de los paisajes más ricos por su diversidad. La UNESCO se sumó a este reconocimiento y a la necesidad de preservar unos valores y riquezas únicas en un espacio natural y cultural, que ya tenía el 60% de su territorio protegido por la ley.
- Roque Nublo en Gran Canaria (2005). Abarca el 40% del territorio de la isla y hay un proyecto de extenderlo a zonas adyacentes y abarca la totalidad de las cuencas de captación de aguas, desde las cimas montañosas hasta las playas, pasando por los valles utilizados en la agricultura.
- Fuerteventura (2009), porque en sus 1660 Km2 de extensión, presenta unas características muy singulares debido a sus particulares rasgos geológicos y a su patrimonio biológico condicionado por un marcado carácter de aridez en lo terrestre y por la presencia de un rico y diverso medio marino. La Reserva de la Biosfera de Fuerteventura dobla en extensión a la media de las reservas españolas, siendo la que protege una superficie más amplia de su litoral, pues además de todo el territorio insular añade una franja marina de 5 millas en el sector oeste y de 3 millas en el resto de la isla.
Este riquísimo patrimonio de Canarias se completa además con las porciones de su territorio declaradas también por la UNESCO como Patrimonios de la Humanidad: Los Parques Nacionales de El Teide (Tenerife) y Garajonay (La Gomera) en el apartado de Bien Natural, así como el centro histórico de la ciudad de La Laguna en el capítulo de Bien Cultural.
Feliz Día de Canarias
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