martes, 16 de septiembre de 2008

NADIE


Ha pasado la hora,
ya Nadie nos moldea con arcilla,
ni con su hálito
despierta nuestro polvo.
Nadie.
Por ese regalo, alabado seas,
Nadie.
Aunque el detalle te salva,
ten cuidado:
siempre habrá una posibilidad
de que me levante contra ti.

Quiero nacer de la Nada,
olvidar los libros sagrados,
madurar sin falsas deidades,
ni tramposos apóstoles.

Con el cielo desierto
y el trono vacío,
Nada: ni dioses, ni salvadores.
Nadie exigiendo razones,
como si fuese libre,
como si por fin
los Creadores Ficticios
nos hubiesen
dejado tranquilos.

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